Miles de abastecimientos procedentes de captaciones de aguas superficiales y subterráneas proporcionan el agua que para nuestro consumo diario necesitamos los ciudadanos de la provincia. Su consumo directo o su utilización para cocinar alimentos y para nuestras acciones de limpieza y aseo personal hacen necesario que su calidad sea óptima, por lo que los ayuntamientos y las autoridades sanitarias realizan los tratamientos adecuados y vigilan que este agua de consumo no contenga agentes patógenos ni sustancias peligrosas para la salud.
Anualmente se realizan cientos de análisis en las captaciones, los depósitos, las redes de distribución y los grifos de consumo final para garantizar que el agua que bebemos en la provincia de Burgos está debidamente tratada y cumple con la normativa vigente.
El agua de consumo humano es un bien muy escaso. Sus controles y tratamientos son una prioridad para evitar problemas sanitarios. Ante cualquier sospecha de baja calidad, avisa a tu ayuntamiento. UNA GOTA DE AGUA, UNA GOTA DE VIDA.