NoticiasLa presa de Castrovido en construcción.

Los trabajos en la infraestructura siguen a buen ritmo, con una inversión de 229,4 millones de euros, pero sin fecha fija para el inicio del llenado en pruebas

Las lluvias de las últimas jornadas, y la llegada del otoño, hacen pesar irremediablemente en la presa de Castrovido. La infraestructura, que cuenta con un presupuesto de 230,83 millones de euros, será clave para regular el caudal del río Arlanza, evitar avenidas como las que se viven cada invierno (de mayor o menor magnitud) y garantizar el desarrollo del plan de regadíos en la comarca, que se ha visto mermado a medida que las obras acumulaban meses.

En la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) insiste en que la obra civil del cuerpo de la presa «está prácticamente finalizada», pero es ese ‘casi’ lo que mantiene en incertidumbre a los vecinos de la comarca. En la presa principal se está trabajando en instalaciones complementarias, como los equipos de auscultación y toma de datos, las comunicaciones, la vigilancia o los equipos del plan de emergencias.

Son herramientas imprescindibles para garantizar el buen funcionamiento de la presa, insiste el organismo de cuenca. Al mismo tiempo, se actúa en la presa de cola donde se están levantando los muros de hormigón de la bóveda de cierre. Y quedan pendientes actuaciones vairas en instalaciones eléctricas, equipos de desagües y acondicionameinto final de los accesos.

Lo dicho, que está pero no está. Se han invertido ya 229,40 de los 230,83 millones previstos y la intención, manifestada en los últimos meses, es poder iniciar el llenado en pruebas en otoño. Y estamos a la vuelta de la esquina. Se ha disñeado un programa de puesta en carga escalonado, con llenados y vaciados parciales para «ir verificando el correcto comportamiento de la presa, sus instalaciones y el propio embalse», explica la CHD.

Y una vez hechas las comprobaciones, se procederá al llenado completo de la presa para su puesta en servicio, lo cual dependerá también de las aportaciones del Arlanza. Obviamente, en función del caudal con el que baje el río, se tardará más o menos tiempo en acometer las pruebas y en completar el llenado, aunque se juega con cierto margen, pues se pretende que la instalación esté operativa para 2020.

De momento, las pruebas están pendientes de finalizar los trabajos en la presa principal, implantar el correspondiente plan de emergencia y, por supuesto, el cerrado del desvío provisional del río realizado para acometer las obras de la presa.

Mientras, en la comarca del Arlanza seguirán mirando de reojo al río. Hemos pasado un periodo bastante importante de sequía, pero los inviernos siempre son complicados. La falta de presa impide regular el caudal del río y, cuando llueve con intensidad o se produce un deshielo rápido en la sierra, el Arlanza acaba desbordándose, con suertes diversas y graves inundaciones como las de hace un par de años.

FUENTE: www.burgosconecta.es