A lo largo de los últimos meses hemos comprobado la importancia de disponer de agua suficiente y de buena calidad para nuestra salud, para nuestro medio ambiente y para nuestra actividad económica. Por ello, la depuración de las aguas residuales es una necesidad ineludible, una responsabilidad de todos los ciudadanos y una obligación legal de las administraciones.
Las condiciones especiales de la provincia de Burgos, cuyo territorio está formado por numerosos núcleos rurales y dispersos, ubicados muchas veces en zonas con importantes valores naturales, dificulta el reto de la depuración de las aguas. No obstante, el desarrollo de tecnologías muy eficientes, tanto para los grandes núcleos de población como para las pequeñas poblaciones, nos permite afrontar este reto, que no sería posible sin la colaboración ciudadana. Los vertidos de aceites, sustancias contaminantes y objetos que puedan dificultar la depuración de las aguas, como las toallitas húmedas, encarecen estos procesos y perjudican a la calidad del medio acuático provincial.
Nuestro objetivo debe ser devolver al medio ambiente el agua que nos presta, al menos, en las mismas condiciones de calidad. Sólo así garantizaremos la sostenibilidad del ciclo del agua y los futuros aprovechamientos. UNA GOTA DE AGUA, UNA GOTA DE VIDA.